A escasos metros de la finca, una mata de arbolado.

Una vecina.

El gobierno anunció a bombo y platillo este verano pasado que se iban a aprobar unas instrucciones para ordenar el emplazamiento de los parques de baterías (1km mínimo de las casas; 500m de las ganaderías; 500 m de masas forestales y evitar zonas rurales, privilegiando suelos industriales ya degradados minas, canteras…).

Esto salió en todos los periódicos nacionales, pero quedó en “SE VA A APROBAR” porque, de hecho, no lo aprobaron. Por eso ahora pueden poner parques de baterías donde les dé la gana.

Por otra parte, la empresa es de Valencia y fue creada un año antes, con un capital mínimo de 3.000 € y sólo un administrador. Da la sensación de haber sido creada únicamente para esto.

En cuanto a las alegaciones, deberíamos añadir que, además de la salud de las personas y animales, el parque supone un riesgo importante sobre el ecosistema por su proximidad al río Sella, sus cotos de pesca, las nutrias… entre otras especies. Y también para los bosques cercanos, que albergan especies vegetales y animales diversas, así como para la zona húmeda de manantiales y rieras que, precisamente, es la que está pegada a la parcela en cuestión.

Aquí os dejo el enlace al anuncio del gobierno asturiano del verano pasado sobre el asunto.